A la velocidad de la Luz

Estamos viviendo una aceleración de la experiencia de vida.

Tal como lo han comentado los científicos del IERS (sigla en inglés para Servicio Internacional de Sistemas de Referencia y Rotación de la Tierra), nuestro planeta está girando de manera más rápida sobre su propio eje. Esto se traduce en que la vida se percibe con días más cortos y la sensación que el tiempo no alcanza para hacer lo que si antes se podía. ¿Y qué puede significar esto? Bien, si aumenta la aceleración del eje del planeta, es indicativo que el Universo también aceleró su comportamiento, su viaje a través del cosmos hacia una evolución como sistema solar. Me permito ocupar el término de evolución, ya que la ciencia nos ha dicho que vivimos en un proceso constante de transformación, de adaptación resultado de la experiencia, concepto que se asocia a evolución.

Entonces si entendemos y aceptamos que la velocidad del motor evolutivo que es la experiencia misma aumentó, también nuestros procesos internos están manifestando esta aceleración. En palabras simples, es como si todos los pendientes comienzan a aflorar y a presentarse en frente nuestro, así como las consecuencias o efectos de aquello que dejamos inconcluso; lo que considero que es una gran oportunidad para asumir la responsabilidad de aquello que permitirá saltar a un estado superior de experiencia, sin la sensación de estar encadenado o prisionero de alguna experiencia que limitó el avance.

La existencia desde el punto de vista espiritual, evoluciona a través de la experiencia y el logro de superar las pruebas o aprendizajes presentes en el transcurso de los años. Hoy podemos en menor tiempo, transformar el origen de aquello que vivimos una y otra vez impidiendo transitar con la Paz que quisiéramos y comenzar de manera definitiva el camino hacia nuestra plenitud.

Recuerda que solo depende de ti.